Lo que más admiro de los escritores a los que admiro es la capacidad de jugar con los géneros. Si bien la novela será eminentemente narrativa tradicional, una novela al uso, a nivel temático pretendo que el juego vaya más allá. Es decir, no haré como Ricardo Menéndez Salmón o Mauricio Wiesenthal, quienes mezclan ensayo y narrativa con una sencillez extraordinaria.
De este modo, para empezar la estructura no será todo lo lineal que cabría esperarse. Abre el libro con cinco tramas paralelas a las que se van sumando y restando a medida que pasan las páginas. Cada parte (en principio serán cinco o seis) se centrará en un género o temática, si bien todo irá en función a un tono común. Se trata la novela de un viaje alucinado a través del tiempo en una sociedad nueva con leyes nuevas, una política nueva, nueva religión, nuevos conceptos de términos como familia, amistad, amor, maternidad y, sobre todo, muerte.
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